viernes, 10 de agosto de 2012

Carta a mi hija...

Carta publicada en el Facebook el 19 de octubre de 2011.
 
Para ti mi niña hermosa:
Una de las cosas que más anhelé de niña, fue ser Madre. Los juegos con las amigas eran siempre jugar a la mamá y a la hija. Y Dios me regaló el don de serlo. A mis 23 cortos años llegaste a mi vida después de 12 horas de intenso dolor, y cuando sospeché que algo no estaba bien, exigí que vieran x ti, estábamos solas tú y yo en ese hospital, a lo lejos sin poder hacer nada tu tía Moni, abajo tus abuelos y tu padre. Yo con el poco conocimiento de un parto o de sus complicaciones, pedí que te sacaran inmediatamente x cesárea. Media hora después, exactamente a las 3:15 p.m. del día 19 de octubre de 1996, escuché por primera vez tu llanto e inmediatamente vi tu rostro, tu cara sucia y rosada, y ese lunar rojo en la frente, característico de las Mondragón que se enciende cada vez que nos enojamos. Nunca voy a olvidar ese momento, mis lágrimas rodaron por mi cara, triste de que sólo yo pude verte nacer, y feliz porque esa larga espera había terminado.
Y aquí estás, 15 años después, sobreviviendo a esta madre, compartiendo conmigo tu vida, tus alegrías, tus enojos.
Gracias mi niña por haberme enseñado a ser madre, a reír, a vivir, a luchar sin cansancio para darte lo que necesitas y deseas, y te pido perdón por mis errores, desgraciadamente fuiste la primera y tuve que aprender contigo con aciertos y errores, pero eres fuerte, me lo has demostrado cuando no flaqueas para apoyar a tus hermanos, para apoyarme a mí, eres linda por dentro y por fuera. Tu nobleza es admirable, y a pesar de ser exigente eres muy considerada, cosa que agradezco doble.
También admiro tu inteligencia, tus ganas de divertirte y comerte el mundo, nunca desistas de ello, lucha por tus sueños, yo seré tu sustento y apoyo para que lo logres, cuando caigas, mi mano siempre estará estirada para ayudarte a levantar, porque el dejarte caer no significa que no me importe que te hagas daño, al contrario, te amo tanto, que tu caída me duele tres veces más que si fuera yo, pero esas heridas te van a dar más aprendizaje que si no te hubiera dejado caer. De sobra sabemos que te he sobreprotegido, pero es momento de correr sin mi sombra a lado, es tiempo de caminar tomada de otra mano, es tiempo de llorar en otro hombro, pero sabes que mi sombra, mi mano y mi hombro, siempre seguirán ahí esperando que los vuelvas a buscar.
Te Amo pequeña, tanto, que ese amor se me desborda por los ojos, eres mi luz, eres mi más grande creación al igual que tus hermanitos, nunca dudes de mi amor, y como siempre te he dicho, si te regaño o te niego algo, no es porque yo sea mala, es porque te estoy educando, trabajo al que nunca voy a renunciar, porque nadie me lo dio, yo lo decidí tomar.
Disfruta tu día y tus próximos festejos, sabes que cuentas conmigo para todo, y confía en mí, no como una amiga, si no como tu madre, la cual por sobre cualquier cosa, te va a amar y nunca te va a abandonar.
TE AMO MUCHO PEQUEÑA… MUUUUCHOOO!!!
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario