Adiós 2013

No hay años malos, hay días de mucho aprendizaje. Las altas y bajas en nuestras vidas No dependen al 100% de lo que nosotros hacemos.  Pero no podemos echarle la culpa a otros de lo que nos sucede.  Cada acción,  cada sonrisa,  cada persona que pasa por nuestra vida tiene una enseñanza,  buena o mala,  pero al final nos deja lo esencial para el crecimiento personal y saberlo aprovechar nos traerá años nuevos y con más días de alegría que de tristezas. Mi 2013 me enseñó que llorar es más sano que enojarme. Que en la medida de dar está el recibir. Que todo esfuerzo es premiado con una satisfacción.  Que una sonrisa te regala al menos otras dos. Que un "te quiero" siempre será correspondido. Que sacrificarse no significa dolerse. Que mi familia es lo más valioso que jamás podré tener. Que el amor se puede tocar. Que siempre hay un perdón para cada ofensa. Que siempre que yo lo desee,  existirá una sonrisa en mi rostro. Que siempre hay un buen hombro en el cual llorar.  Que nunca estoy sola.  Que Dios nunca me ha abandonado. 
No puedo decir que fue un mal año, simplemente puedo decir que doy gracias a Dios Por permitirme  experimentar cosas que me ayudaran a vivir cada día mejor y perfeccionar mi rol como madre, esposa, hija, hermana y amiga. 
2013 serás un año inolvidable.  2014 es mi nuevo reto, ciclos por cerrar,  Nuevos proyectos por comenzar, definitivamente un parteaguas en mi vida.  Hoy hago un alto para llenar de aire mis pulmones y poder continuar. ¡¡¡ Aquí vamos de nuevo!!!!

Siento

Sentir...
El calor del sol sobre mi rostro.
El aire juguetear con mi cabello.
El frío de la mañana en mis manos. 
El cansancio de mis pies.
El sabor de un buen café.
El sonido de la vida.
El olor del miedo.
Todo me recuerda que estoy viva, que puedo respirar, que no importan las caídas,  siempre habrá fuerza para volverme a levantar.  Nada es tan importante como para morir,  ni nada es tan despreciable como para no tomarlo. Arriba y abajo tienen su encanto.  Lleno y vacío terminan siendo lo opuesto.  Frío y caliente perfecta mancuerna.  Tu y yo, soñarnos es suficiente.