jueves, 27 de septiembre de 2012

Shhhhhh... no pienses en voz alta.

Bien es cierto que la lengua es más rápida que la mente, cuando te has dado cuenta, la boca ha dicho más de lo pensaba decir tu mente.
Muchas de mis palabras no deberían salir de mi boca, suelo meter la lengua donde no debo (es lo mismo que meter la pata), sólo que en este caso, no son mis acciones lo que me llevan a tener este sentimiento de haberla regado, si no mi boca, y mis malditas palabras!!!
Últimamente trató de pensar bien lo que voy a decir, pero soy como un tocadiscos antiguo, que comenzando a girar ya no para, y cuando me doy cuenta he dicho lo que no quería decir.
Por eso, el silencio se está convirtiendo en mi mejor aliado y aunque me cuesta trabajo, hago el esfuerzo. No ha sido fácil callar y escuchar a los demás, callar para no herir, callar para no pelear, callar para no crear duda, callar para no tener que mentir y callar para poder sonreír.
Pero también he guardado silencio para escuchar lo que mi alma está gritando.

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario