domingo, 17 de junio de 2012

DESPLEGANDO LAS ALAS...


Enseñarás a volar,
pero no volarán tu vuelo.
Enseñarás a soñar,
pero no soñarán tu sueño.
Enseñarás a vivir,
pero no vivirán tu vida.
Sin embargo…
en cada vuelo,
en cada vida,
en cada sueño,
perdurará siempre la huella
del camino enseñado.

MADRE TERESA DE CALCUTA


El ser una persona centrada, analítica, responsable, considerada, cariñosa, leal, servicial y a veces hasta adivina, es una carga muy pesada el cual llevo sobre los hombros desde hace más de 16 años. El comenzar a tomar las riendas de mi propia vida, no comenzó a los 18 años, como muchos jóvenes creen que va a suceder. Hasta hace poco aún me he considerado "hija de familia". Las riendas de mi vida las comencé a tener aproximadamente no hace más de 5 años y poco a poco cada uno de mis actos se van convirtiendo en una decisión propia y todo aquello que realizo es 100% por mi esfuerzo y convicción.
No todas las veces he logrado cumplir el objetivo de mis metas, pero nunca he abandonado una tarea o un sueño, aunque esto implique poner de cabeza a mas de uno, porque soy muy terca cuando deseo hacer algo, así me tarde el doble de tiempo, siempre procuro llegar hasta donde he depositado mis sueños.
De dos años para acá, he comenzado a despegar, mis alas se han desplegado y el aleteo comienza a elevarme. Mis sueños comienzan a hacerse realidad, las metas que me había planteado y que se habían visto frustradas una y otra vez, ahora comienzan a tomar forma. En este momento puedo estar segura que mi ilusión de volar no era imposible de cumplir. Dentro de mi tristeza hay alegría, en mi encadenamiento hay libertad, mis alas me han dado la fuerza de continuar sin miedo a caer, porque ese poder de volar, me lo he regalado yo sin saber que podía hacerlo. Sé que está latente el peligro de caer, pero ya no existe el miedo, bueno sí claro que sí lo hay, pero no dejaré de intentar retomar el vuelo en cuanto sanen las heridas de una caída anterior.
Definitivamente no me perderé esta maravillosa experiencia de volar, mi fuerza interna y la fuerza que me dan aquellos que me rodean y que me aman, es el combustible suficiente para seguir en el vuelo y de quienes tendré que sujetarme tan fuerte como pueda para que cualquier caída sea lo menos dolorosa posible.
Yo no creo que haya perdido la cordura como algunos lo creen, al contrario, cada acto, cada decisión está tomada con la convicción de que es lo que quiero y es bueno para mi y para seguir en la búsqueda de ese maravilloso tesoro llamado felicidad.

jueves, 14 de junio de 2012

Ser padre... es padre?

El nacimiento de un  hijo siempre tiene implícito, además de la alegría, la preocupación. Un hijo es engendrado por 2, a menos que sea invitro o asistido. Y no es justo que solo la madre tenga que cargarlo esos 9 angustiosos y achacosos meses. Pero la justicia divina les da un  momento de angustia a los papás... ¿será mi hijo?

No es mi intención restarles a los padres la labor tan interminable de trabajar y llevar a casa lo necesario para que sus pequeños tengan lo necesario,  y si corren con suerte, un poco más; pero tengo toda la firme intención de dedicar estas palabras y este pequeño espacio a unas personitas que quiero mucho.
Esto es para ustedes amigas que hacen una labor tan importante como ser padre y madre... (peeeerdón, no es una labor, son dos!!!!).

Yo de mi padre no tengo la más mínima queja, siempre se esforzó al máximo con dos trabajos para darnos lo que más se pudiera, aunque se dividiera entre cuatro, pero lo logró y hasta la fecha sigue dando todo de sí  por sus hijos y nietos, solo puedo decirle, GRACIAS  papá!!!

Es tan admirable ver que se van a trabajar de sol a sol y regresar a casa con las manos llenas de cansancio, los problemas colgando del cabello, y encima de todo, el alma llena de preocupaciones por el futuro de sus hijos. Y ahí no termina el día, aún hay que revisar las tareas, preparar los uniformes del día siguiente, preparar la cena y si es posible platicar y convivir con los enanos los cuales esperan con mucha ilusión la llegada de su "pama" (papá y mamá).... Y mientras tanto, hombres, padres, sin el más mínimo remordimiento o preocupación por la alimentación de aquellos hijos abandonados... (creo que no merecen el título de ser padres solo por haber sido los portadores del ADN).

No me alcanzan los dedos de las manos para contar a mis amigas, madres y padres de familia, que conozco. Ser portadoras, administradoras, enfermeras, psicólogas, y todo aquello que hacemos las madres con nuestros hijos, es más que admirable!. Por eso las admiro y deseo que cada acción que realizan por sus hijos, sea compensada al doble y al triple si es posible.

Dios las bendiga y les conserve el trabajo por mucho tiempo, tengan salud siempre y por supuesto esos ratitos libres para poder salir a disfrutar una velada rodeada de los amigos.






sábado, 9 de junio de 2012

Un rincón en el corazón

Las cosas que más amas en la vida siempre están en lo más profundo de tu corazón. Los hijos, la pareja, la familia, los amigos... cada cual está, y cuando alguno se va, el hueco se queda, nadie más lo puede llenar.
Hay cosas que siempre compartes con los demás por amor, por decisión propia, porque así debe ser, y hay cosas que nos reservamos para nosotros mismos, cosas que nos gusta mantenerlo así, sin hablarlo, sin compartirlo, esas cosas también tienen un lugar en nuestro corazón, un rinconcito muy pequeño pero muy especial.
De todas esas personas hay algunas más especiales que otras y logran colocarse dentro de nuestros sentimientos a tal grado que ese rinconcito deja de ser un espacio y se convierte en un tatuaje, una marca que nunca se va a poder borrar, y no solo se encuentra en el corazón, si no el la piel y en la memoria a tal grado de sentir su olor.
Nuestro corazón también alberga aquellas heridas del pasado, heridas que han ido sanando poco a poco, algunas sangran de vez en vez sin causarnos más daño que la primera vez, pero la capacidad de regeneración depende de cada uno, no siempre de la misma manera. Es latente la posibilidad de nuevas heridas, y aunque nos da miedo, el futuro debe quedarse como tal, algo que aún no ha sucedido y no predisponernos a que volverá a pasar.
Por eso, cada vez que una herida se abre, haz uso de tus guardaditos del corazón, interioriza dentro de él y busca en esos rincones los más dulces recuerdos, a las personas que tienes bien marcadas, aquello que te hace sonreír y sentirte amado, aspira y respira esos momentos que te gusta mantener en secreto, que son tuyos y de nadie más.


viernes, 8 de junio de 2012

El sentimiento siempre se queda.

Siendo la más pequeña de mis hermanos y la única mujer, tuve que aprender a defenderme de mis hermanos, a golpes, si es que era necesario...
De niña no tuvimos una buena relación pero conforme pasaban los años logré entablar buena relación con ellos.
Esa relación con cada uno de mis 3 hermanos es muy distinta, a cada uno de ellos le quiero por distintas razones y a edades distintas me he acercado un poco mas a uno que con los otros.
No puedo imaginarme teniendo una hermana, lo mas cercano a ello es mi prima, a quien le llevo 10 años y con quien trabajo, gracias a que somos colegas, y nos hemos podido acercar cada vez mas.
Tengo también unas excelentes amigas, ya de muchos años, a quienes considero mis hermanas. Pero en especial, y digo especial porque así considero a cada uno de ellos, tengo amigos, desde el kinder, a quienes quiero como mis hermanos. No sé si por haber crecido entre tanto hombre (tengo un chorro de primos y como 3 primas jeje)  mi afinidad  al hacer amistades, siempre fue más con hombres que con mujeres.

Recuerdo claramente a Carlitos, a Orlando, Paco, Toño, Ulises, Rodrigo, y trato de recordar nombres de amiguitas que haya tenido en el Kinder... y pus no! no me acuerdo jajaja.
En la primaria, algunos de estos chicos se fueron a otros lados y otros permanecieron, Ulises fue uno de los más cercanos  y especiales junto con Orlando y añado a otros mas, Toño, Pinal, Omar, será en especial ellos porque siempre nos sentaban juntos por enanos?, jajaja. En la calle, Christopher era uno de ellos.
En la secundaria fue muy distinto, y aunque estos chicos, mas los del kinder, y otros tantos más aumentaron, nunca hubo uno en especial, obvio porque en esa edad las hormonas todas locas y alborotadas provocaban que  los mejores amigos terminaran siendo tus novios y luego un día, odiándonos... jeje.
En la prepa retomé esa práctica de tener un mejor amigo. Jorge, en Toluca, (Juan pestañas como le decían por sus eeenormes ojos y pestañas chinas y largas) comenzó siendo mi mejor amigo, iba en el salón de junto, y al salir, siempre nos poníamos juntos sobre el barandal. Era una excelente persona. Un día nos salimos de clases y me llevó al foto estudio de su papá quien era sordo mudo, y me lo presentó. Fue una experiencia única, él me tradujo lo que su papá me dijo con su lenguaje de señas, me impactó!.
Después mi hermano me robó a este gran amigo y a pesar de que seguimos hablándonos, ya nada fue igual. alguna vez vino a visitarnos a Izcalli, fue lindo.
Gabriel, Oscar y Ulises, vinieron después de Jorge, con los dos primeros sigo en contacto, y aunque también llegaron a visitarme a izcalli, pasó mucho tiempo para volvernos a ver.
En la Prepa de Izcalli hubo en especial 2 amigos que hasta la fecha seguimos en contacto. Erubey era un chico banda, antisocial, flaco como el spaguetti, malhumorado  muy inteligente, y siempre listo para enseñarme a alburear, jajaja. E Israel, un chico inmaduro, con quien siempre disfruté cada segundo porque hacía que sacara la niña que llevo dentro. Después de la prepa, solo Erubey me visitaba constantemente.

En la universidad encontré grandes compañeros, el cambio constante de salón evitaba que hubiera una amistad duradera. Pero desde mi primer día de clases, o mas bien, la bienvenida que nos hizo rectoría, ubique a un chico estilo punk, industrial, rockero fresa, no sé qué diablos!!  jeje, irreverente, raro, serio, enojado con la vida, ambicioso y desesperado por comerse al mundo de un solo bocado. Su boina era inconfundible, debajo de ella, una larga cabellera rizada recogida con una cola de caballo. No fue hasta el segundo trimestre que nuestros destinos se cruzaron, no puedo recordar cuando comenzó la amistad, solo sé que cuando le dije que ya no quería ir a la escuela y que me daría de baja, me dijo que si yo me iba, él se iba conmigo. Ambos fuimos a una universidad particular  para ingresar, y fue tal nuestro impacto de  lo elevado del costo para estudiar ahí, que regresamos a la universidad pública agradeciendo a la vida por esa bellísima oportunidad, jajaja.  Nos separaron un trimestre y en cuarto nos volvimos a  encontrar, ahí la amistad ya era mas fuerte. Nuestros desayunos diarios consistían en un emparedado que yo llevaba de casa, uno para él y otro para mi. El compraba los jugos y compartíamos nuestro descanso dentro de su datsun rojo, modelo setenta y tantos, eso creo, pero con la mejor música dentro y las pláticas interminables de nuestro mundo y sus complicaciones...
El me enseño un lado de la música extraño para mí, compartimos muchos gustos musicales y a pesar de que yo siempre me consideré muy distinta a él, disfruté cada segundo que pasábamos juntos... Eramos raros y nos veíamos raros, obvio a los ojos de aquellos que no creían en la amistad de un hombre con una mujer. Teníamos creencias muy distintas y siempre nos respetamos. Respeté siempre sus ideas aunque no me gustaba mucho ver que albergaba sentimientos de tristeza y rencor. No sé en qué trimestre comenzamos a distanciarnos, nunca hubo broncas, al contrario, siempre disfrutamos esos minutos en el pasillo saludándonos, hasta que yo tuve que partir, nunca nos despedimos como se debía, jamás nos intercambiamos teléfonos y tuvieron que pasar 16 años para volvernos a encontrar, aunque sea por mail.


Es hermoso recordar a cada uno de mis compañeros y amigos. Cada uno se ha quedado tatuado en mi corazón, y al volverlos a encontrar, me  han traído una alegría más grande que aquella sentida de niña, adolescente y joven. Gracias a todos por demostrarme que el cariño es recíproco y asegurarme una amistad para toda la vida.







domingo, 3 de junio de 2012

Un ángel más en el cielo...

Siempre que muere un niño decimos que ahora es un ángel que está en el cielo. Los niños son ángeles que habitan la tierra y rondan entre nosotros sin que nos demos cuenta que son los que traen la alegría a nuestros corazones cuando sentimos que algo se nos rompe dentro. Son ellos quienes nos enseñan que aunque te caigas y llores, no debes abandonar el juego, porque te estabas divirtiendo. Nos demuestran que aunque tengan deficiencias físicas, no hay razón para dejar de sonreír y vivir.
Cuando el dolor les aqueja sufren y aunque nos preocupamos, ellos confían más en el doctor y en que todo va a salir bien.
Disfrutar a un hijo desde el momento de su nacimiento hasta que uno de los dos deje de existir, es el tiempo mejor invertido.
Son los mejores maestros para ayudarnos a ver la vida de la mejor manera, reír sin parar, amar sin discriminar, besar sin importar a quién, y perdonar sin dejar pasar tanto tiempo para hacerlo.
Estos angelitos que Dios  ha escogido como compañía de nuestra vida son el regalo más preciado, y aunque algunos ya no estén entre nosotros han dejado el aprendizaje, depende de nosotros aprender de ellos lo que nos vinieron a enseñar.
Zoe: Fortaleza, grandeza, tenacidad, amor... Dios te mandó a la tierra a darle una gran lección a tu papi... nunca desistir!!!