viernes, 8 de junio de 2012

El sentimiento siempre se queda.

Siendo la más pequeña de mis hermanos y la única mujer, tuve que aprender a defenderme de mis hermanos, a golpes, si es que era necesario...
De niña no tuvimos una buena relación pero conforme pasaban los años logré entablar buena relación con ellos.
Esa relación con cada uno de mis 3 hermanos es muy distinta, a cada uno de ellos le quiero por distintas razones y a edades distintas me he acercado un poco mas a uno que con los otros.
No puedo imaginarme teniendo una hermana, lo mas cercano a ello es mi prima, a quien le llevo 10 años y con quien trabajo, gracias a que somos colegas, y nos hemos podido acercar cada vez mas.
Tengo también unas excelentes amigas, ya de muchos años, a quienes considero mis hermanas. Pero en especial, y digo especial porque así considero a cada uno de ellos, tengo amigos, desde el kinder, a quienes quiero como mis hermanos. No sé si por haber crecido entre tanto hombre (tengo un chorro de primos y como 3 primas jeje)  mi afinidad  al hacer amistades, siempre fue más con hombres que con mujeres.

Recuerdo claramente a Carlitos, a Orlando, Paco, Toño, Ulises, Rodrigo, y trato de recordar nombres de amiguitas que haya tenido en el Kinder... y pus no! no me acuerdo jajaja.
En la primaria, algunos de estos chicos se fueron a otros lados y otros permanecieron, Ulises fue uno de los más cercanos  y especiales junto con Orlando y añado a otros mas, Toño, Pinal, Omar, será en especial ellos porque siempre nos sentaban juntos por enanos?, jajaja. En la calle, Christopher era uno de ellos.
En la secundaria fue muy distinto, y aunque estos chicos, mas los del kinder, y otros tantos más aumentaron, nunca hubo uno en especial, obvio porque en esa edad las hormonas todas locas y alborotadas provocaban que  los mejores amigos terminaran siendo tus novios y luego un día, odiándonos... jeje.
En la prepa retomé esa práctica de tener un mejor amigo. Jorge, en Toluca, (Juan pestañas como le decían por sus eeenormes ojos y pestañas chinas y largas) comenzó siendo mi mejor amigo, iba en el salón de junto, y al salir, siempre nos poníamos juntos sobre el barandal. Era una excelente persona. Un día nos salimos de clases y me llevó al foto estudio de su papá quien era sordo mudo, y me lo presentó. Fue una experiencia única, él me tradujo lo que su papá me dijo con su lenguaje de señas, me impactó!.
Después mi hermano me robó a este gran amigo y a pesar de que seguimos hablándonos, ya nada fue igual. alguna vez vino a visitarnos a Izcalli, fue lindo.
Gabriel, Oscar y Ulises, vinieron después de Jorge, con los dos primeros sigo en contacto, y aunque también llegaron a visitarme a izcalli, pasó mucho tiempo para volvernos a ver.
En la Prepa de Izcalli hubo en especial 2 amigos que hasta la fecha seguimos en contacto. Erubey era un chico banda, antisocial, flaco como el spaguetti, malhumorado  muy inteligente, y siempre listo para enseñarme a alburear, jajaja. E Israel, un chico inmaduro, con quien siempre disfruté cada segundo porque hacía que sacara la niña que llevo dentro. Después de la prepa, solo Erubey me visitaba constantemente.

En la universidad encontré grandes compañeros, el cambio constante de salón evitaba que hubiera una amistad duradera. Pero desde mi primer día de clases, o mas bien, la bienvenida que nos hizo rectoría, ubique a un chico estilo punk, industrial, rockero fresa, no sé qué diablos!!  jeje, irreverente, raro, serio, enojado con la vida, ambicioso y desesperado por comerse al mundo de un solo bocado. Su boina era inconfundible, debajo de ella, una larga cabellera rizada recogida con una cola de caballo. No fue hasta el segundo trimestre que nuestros destinos se cruzaron, no puedo recordar cuando comenzó la amistad, solo sé que cuando le dije que ya no quería ir a la escuela y que me daría de baja, me dijo que si yo me iba, él se iba conmigo. Ambos fuimos a una universidad particular  para ingresar, y fue tal nuestro impacto de  lo elevado del costo para estudiar ahí, que regresamos a la universidad pública agradeciendo a la vida por esa bellísima oportunidad, jajaja.  Nos separaron un trimestre y en cuarto nos volvimos a  encontrar, ahí la amistad ya era mas fuerte. Nuestros desayunos diarios consistían en un emparedado que yo llevaba de casa, uno para él y otro para mi. El compraba los jugos y compartíamos nuestro descanso dentro de su datsun rojo, modelo setenta y tantos, eso creo, pero con la mejor música dentro y las pláticas interminables de nuestro mundo y sus complicaciones...
El me enseño un lado de la música extraño para mí, compartimos muchos gustos musicales y a pesar de que yo siempre me consideré muy distinta a él, disfruté cada segundo que pasábamos juntos... Eramos raros y nos veíamos raros, obvio a los ojos de aquellos que no creían en la amistad de un hombre con una mujer. Teníamos creencias muy distintas y siempre nos respetamos. Respeté siempre sus ideas aunque no me gustaba mucho ver que albergaba sentimientos de tristeza y rencor. No sé en qué trimestre comenzamos a distanciarnos, nunca hubo broncas, al contrario, siempre disfrutamos esos minutos en el pasillo saludándonos, hasta que yo tuve que partir, nunca nos despedimos como se debía, jamás nos intercambiamos teléfonos y tuvieron que pasar 16 años para volvernos a encontrar, aunque sea por mail.


Es hermoso recordar a cada uno de mis compañeros y amigos. Cada uno se ha quedado tatuado en mi corazón, y al volverlos a encontrar, me  han traído una alegría más grande que aquella sentida de niña, adolescente y joven. Gracias a todos por demostrarme que el cariño es recíproco y asegurarme una amistad para toda la vida.







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