domingo, 30 de junio de 2013

La regla del amor...

¿Reglas? ¿A caso el amor tiene reglas? El amor no se piensa ni se planea, simplemente llega, atraviesa tu puerta, no te pide permiso y cuando menos lo piensas está instalado en tu corazón. Sentimientos van y vienen, pensamientos y razonamientos en pelea constante por culpa del amor. Sensación de satisfacción o de culpa, sentir o pensar, ¿quien decide qué es lo correcto? El amor o se vive o se siente, ¿hay diferencia?
Quienes lo viven lo llevan dentro y quienes lo sienten, lo dejan fluir tanto dentro como fuera de si. Es lo único que podemos decir que es totalmente nuestro, lo que permanece en nosotros y lo que al mismo tiempo dejamos de tras como lo que nos llevamos hasta la muerte. Es absolutamente puro, completamente sano. ¿Miedo? Miedo debemos tener de no sentirlo, de dejarlo escapar, de no compartirlo.
El amor tiene una única regla: Ríndete! 

miércoles, 26 de junio de 2013

Tu abrazo

Sólo un alma herida reconoce a otra en sus mismas condiciones. La afinidad es inmediata, no hay necesidad de hablar, las miradas se reconocen, las sonrisas se complementan, las manos al tocarse transmiten el mismo sentir. Hay magia al cerrar los ojos juntos, soñamos y volamos. Un abrazo largo y profundo donde el placer está en hacerlo contigo, con quien disfruto estar. Un beso amigable que se transforma en la pasión más escondida. Tus temores son los míos. Tus recuerdos me vuelven a la vida y mi mente te tiene tan presente que siento tu respiración cerca de mi.
No estás aquí, mas no te vas, ni quiero que te alejes. Lo único que quiero es que me vuelvas a abrazar. 

martes, 4 de junio de 2013

Todo cambia


 
 
Porque los sentimientos en sí son los mismos, pero al sentirlos logramos transformarlos. Cambiamos según nuestras experiencias o quizás nuestra conveniencia.
Cambian según las personas que nos rodean, quienes nos han abandonado o quienes van llegando a nuestra vida.
Nos cambia el dolor, el desamor, la tranquilidad y el bullicio. Cambiamos a la mínima provocación, para bien, para  mal o para peor.
Cambia nuestra sonrisa dependiendo quien nos haga reír. Vemos de diferente manera antes y después del amor. Las palabras cambian con el miedo, con el amor y son confusas ante la mentira.
Hasta la voz nos cambia al hablar de nuestras alegrías y nuestras tristezas. Nada es igual, nada es eterno. La vida misma cambia, ayer no es igual a hoy, hoy se transformará en mañana, y mañana hará la diferencia con el ayer.
Yo he cambiado, me he transformado, ya no lloro por lo que ayer mis ojos desprendían lágrimas, vivo mi hoy con más intensidad por si mañana no podré hacerlo. Y espero el mañana con más gusto gozando cada momento de mi hoy.
No soy la misma, mi vida va cambiando, mis sentimientos no son los mismos, mi sonrisa es más reservada, pero cuando río lo hago con más fuerza.
Las vivencias no me han hecho más experta, pero sí más cautelosa. ¿Cómo no cambiar? si ni el amor vuelve a ser el mismo aún después de haber experimentado el perdón.