Este blog está dedicado a mi padre, el hombre que más admiro
sobre de la tierra. Mi gran maestro,
compañero de trabajo, apoyo, guía y consejero.
Después de 3 varones y tres decepciones, llegó la nena de
papá! Mi padre desde su primogénito quiso que fuera niña, anhelaba una hermosa
niña que lo abrazara, lo besara y de la cual sentirse muy orgulloso. Pero oh
qué sorpresa!! Nací yo, y no es que me justifique, pero eso de ser última y
entre puros varones, mi actitud no era del todo femenina, había que saberse
defender y estar al par, al menos con los dos hermanos que me antecedían.
Sé que mi padre no estaba del todo orgulloso de que fuera
una rebelde sin causa, aunque nunca lo dijo, siempre recuerdo que me llamaba
mucho la atención por mi forma de ser. Me encantaba andar por todos lados
jugando con mis primos, trepar los árboles, andar en bici, mojarme bajo la
lluvia, a veces hasta jugar trompo y yoyo. Y mi madre que no ayudaba,
recuerdo mucho sus palabras: “tu padre que tanto deseaba una hija y mira lo que
le salió”, eran palabras duras y que antes eran como una pedrada lanzada por
una resortera, pero aun así nunca quise cambiar, siempre preferí usar
pantalones o short que una falda o vestido, eran incómodas, y aún lo sigo
pensando.
Después de mi infancia y adolescencia, donde mi contacto con
él era muy poco, llegó la etapa de la rebeldía contra mi madre, mi papá supo
controlarme, inteligentemente me abordaba, terminaba aconsejándome y yo
terminaba haciendo lo que él me pedía. Cuando decidí ir a la universidad y
estudiar lo mismo que él, se puso muy contento porque sabía que eso nos uniría.
Y sí, desde hace 15 años trabajamos juntos, me ha enseñado lo que en la escuela
no, y sobre todo he aprendido que la honestidad y la ética profesional es mi
mejor carta de recomendación.
Admiro mucho la vida de mi padre, a sus 70 años recién cumplidos,
puedo decir que es la experiencia andando. Me encanta escuchar sus anécdotas a
las cuales siempre le echa de su cosecha, yo le llamo “sabor” y mi madre le
dice que es un “largo”, jaja. Su narrativa siempre lleva una chispa de buen
humor y aunque a veces la lágrimas ruedan por sus mejillas, siempre es grato
escucharlo, más bien un gran placer!
A sus cortos 16 años dijo adiós a su hogar y se fue en busca
de su futuro. Llegó a la ciudad con tan sólo una muda de ropa y una maleta
llena de sueños. Vivió en casa de su abuelo materno y pronto consiguió un
trabajo de barrendero en una fábrica de autos. Al poco tiempo lo ascendieron a
obrero, actividad que realizó por muchos años y continuó hasta ya después de
casarse con mi madre. A la edad de 31 años, después de que yo nací, estudio la
preparatoria y con el impulso de mi madre,
estudió la carrera de dentista, profesión que hasta el día de hoy sigue
ejerciendo. Cuando terminó su carrera, yo tenía la edad de 6 años, él tendría
37, una edad avanzada, pero nunca detuvo su sueño. Casado, con 4 hijos y un
trabajo de medio tiempo y estudiando por las tardes, no fue obstáculo para
lograr su objetivo.
Yo realmente tengo pocos recuerdos de convivencia con él,
cuando llegaba a casa, mi madre ya nos
había mandado a dormir, así el llegaría a descansar y no sería molestado por
nosotros. Al otro día por la mañana cuando me despertaba, él ya había salido a
trabajar. Aunque no trabajaba los fines de semana, todos salíamos desde
temprano al pueblo, llegábamos a casa de mis abuelos maternos y hasta el
domingo por la tarde regresábamos. A pesar que todos los fines de semanas era lo
mismo, la convivencia con él era casi nula, yo me iba a jugar todo el tiempo,
era como si tampoco estuviera.
Al llegar mi adolescencia, recuerdo que lo evitaba, me daba
miedo, y hasta para pedirle permiso para ir a una fiesta necesitaba de la compañía
de alguien para atreverme a hablarle. Siempre ha sido muy noble, nunca me negó
un permiso, sólo una ocasión lo hizo, yo hice berrinche y le dejé de hablar una
semana, nunca más lo he vuelto a hacer.
Tengo la firme convicción que me parezco a él, aunque
físicamente me dicen que soy el clon de mi madre, sé que mis sentimientos son
una réplica de él. No sólo he heredado de él el dedo chueco y sus enfermedades,
también la fortaleza, la sensibilidad, el amor a lo que hago y la entrega hacia
mis hijos, no sé mis hermanos, pero yo si estoy segura que soy la que más se
parece a él.
Mis hijos han aprendido mucho de su abuelo, las comidas y la
sobremesa siempre terminan en temas interesantes, la historia, creo yo, es uno
de nuestros temas favoritos, siempre termino aprendiendo algo. Ha leído todo lo
que le cae en las manos, pero lo mejor de todo es que lo comparte.
Este es mi padre, un hombre que se ha quitado el pan de la
boca para darlo, primero a sus padres y hermanos, ahora a sus hijos y nietos.
Un ser tan lleno de compasión, entereza, sabiduría, honestidad y rectitud que
no es necesario enseñarnos, su ejemplo es nuestra guía.
Definitivamente mi padre es quien me ha ayudado a ser quien
soy, mi acercamiento a él ha sido por la semejanza de caracteres, mi madre es
fría y muy calculadora, mi padre al contrario de ella, me impulsa a alcanzar
mis sueños, nunca me regaña por mis decisiones o errores, al contrario, cuando
ve que quiero hacer algo me impulsa,
cuando ve que me estoy cayendo, sólo estira su mano y me ayuda a levantarme. Si
alguna vez no fui lo que él esperaba, creo que sabe que me he esforzado día a
día para alcanzar las expectativas que él tenía de mí y sé también que las he
rebasado y por mucho.
Gracias papá por lo que eres, eso es un gran regalo, pero
ser mi padre, es el mejor de todos los regalos! Te amo.
(anoche había publicado este blog, algo pasó y lo borré, lo volví a escribir y tal vez no es lo mismo que el primero, la idea es la misma)
(anoche había publicado este blog, algo pasó y lo borré, lo volví a escribir y tal vez no es lo mismo que el primero, la idea es la misma)
No hay comentarios:
Publicar un comentario