viernes, 10 de mayo de 2013

No soy una madre normal...

Claro que no soy una madre normal cuando prohibo que mis hijos digan mentiras. Cuando les pido que guarden la basura en sus bolsillos hasta llegar a casa. Cuando les pido que devuelvan lo que se han encontrado, todo tiene dueño. Cuando les exijo respeto entre ellos. Cuando les he tenido que aplicar un correctivo y explicarles el porqué. Cuando doy mi vida por ellos. Cuando mi deseo es mantenerlos lejos del sufrimiento y los problemas.
Cuando mi propio cansancio y dolor desaparece al verlos sonreír.
Cuando les pido que busquen lo que les haga feliz.

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