Un sólo instante contigo me ha bastado para tocar la eternidad.
Un beso me fue suficiente para aprenderme tu sabor.
Mis manos aún recuerdan la suavidad de tu piel. Y mis ojos han tatuado en los párpados tu imagen.
Una noche de Luna me hace sentir tu presencia y el sol me recuerda el brillo de tu sonrisa.
No hay tiempo ni distancia entre tu cuerpo y el mío, a cada segundo siento tus caricias sobre mi.
Tu recuerdo es tan fuerte como el miedo, tan constante como una tormenta, tan anhelado como la noche y tan embriagante como una golosina.
Eres más que una tentación, más que un sueño, eres mi único deseo.
viernes, 29 de noviembre de 2013
Tentación
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