Y el frío cala desde los pies hasta las puntas del cabello, desde que la lluvia se comió la primavera, desde que se anunció el verano, desde que el trueno me despertó en la madrugada. Me duele el frío que se arrecia en la garganta y se ha refugiado en el corazón. Mis huesos son hielos que pesan al caminar, mi cuerpo tiembla de frío, la piel congelada está. Me duelen las noches donde no hay cobijas que puedan calentar mis pies. Me duele el frío que mi corazón viviendo está.
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