A los 13 años nada es comparable a esas mariposas revoloteando en el estómago esperando esa llamada tan esperada. Yo tenía la certeza que esa llamada no era para preguntarme cómo estaba, ni la tarea (porque no estábamos en el mismo año ni grupo), o para simplemente "conocerme mas"...
Terminé de comer, me apuré a lavar mis platos, a hacer la tarea y cuando sonaba el teléfono, era más veloz que un cheetah hambriento para ir a contestar el teléfono, así sucedió hasta que al fin llegó. Recuerdo perfectamente que al escuchar su voz mis ganas de hacer pipí aumentaron, el estómago me comenzó a dar vueltas, las manos me sudaban, pero mi voz era firme, nada podría delatarme y fingí estar de lo más natural. Después de una hora de charla llegó la pregunta... -Te llamé porque quiero preguntarte si quieres ser mi novia??... (Crit, crit, crit...) Oooobvio que la respuesta era que sí!!! pero como chica buena que obedece los consejos de sus amigas (que ni novio habían tenido, pero era según ellas lo que se debía hacer), le contesté: - Mañana te digo en el receso... Estúpidaaaaa!!! (pensé para mi), quería decirle que sí, ya!. Y si mañana se arrepiente??, y si no va a la escuela??, toda la tarde los pensamientos negativos, y en la noche sin poder dormir!!!
Después de dar el sí, el cual ni trabajo me costó, comenzó una gran historia, nada pudo ser mejor. No tengo idea de cuánto tiempo pasó para poder tomarnos de la mano, pero si recuerdo que tres meses después de comenzar la historia, logramos darnos un beso en la mejilla, y quizás un mes más para darnos un beso en la boca, claro que muy inocentes los besitos, a los 13 años sólo se tenían en mente esos besos extraños que se veían en las películas y que eran más falsos que nada.
Es lindo recordar los detalles con los cuales te vas enamorando de esa persona (niño, jeje a esa edad todavía apestábamos a pañales), la primera vez que fuimos juntos a una feria, las tarjetas cumplemes, las cartas en hojas de cuaderno todas arrugadas de guardarlas en la bolsa del suéter o el pants, las horas interminables en el teléfono diciendo las cosas que no puedes decir de frente, compartir la música que nos gustaba, lo cual diferíamos mucho, mientras yo escuchaba a Luis Miguel, él escuchaba a Metallica, lo cual le agradezco que me haya enseñado, ahora Luis Miguel apesta y Metallica es uno de mis favoritos. Fuimos a varias fiestas juntos, nunca bailamos, los metaleros no bailaban jajaja, íbamos a los partidos escolares y a veces por las tardes íbamos a escondidas a caminar a un lago cercano a nuestras casas, y digo a escondidas porque en mi casa nunca se enteraron que yo tenía novio, según yo lo tenía prohibido, al menos hasta cumplir los 15 años... (jajajaja...)
También es divertido recordar las cosas no tan agradables de esa relación, las primeras peleas por celos (no recuerdo otra razón de las peleas), cuando alguno de los dos no iba a la escuela, eso nos ponía tristes ya que pasábamos todos los recesos juntos, y lo más doloroso, cuando llegamos a romper nuestra relación, que fue en varias ocasiones, pero al final de la secundaria, terminamos juntos. Terminar con casi 2 años de relación fue muy difícil, yo sentía que no podría resistirlo, pero la distancia ayudó a superar el rompimiento, nunca hubo un adiós con rencor, al contrario, mucho cariño, yo me mudaba de casa, él se quedaba y no sería posible seguir. Ahí te das cuenta que nadie se muere de amor, aunque a esa edad solemos agrandar nuestros problemas, pero siempre hay alguien que te hace olvidar pronto.
Cuando mi hija mayor pasó por su primer noviazgo estuve al pendiente todo el tiempo, recuerdo esas tardes inolvidables sufriendo después de una pelea, no quería que mi hija pasara por algo así, pero cuando terminó con el novio ni cuenta me dí, mi mamá tampoco se daba cuenta jeje. Ahora está con su tercer o cuarto novio, la verdad que ya le perdí la cuenta, pero hace unos días, mi hija menor, nos llegó con la noticia de que ya tenía novio....... UPS!! creo que por estar tan ocupada no me percaté que ya estaba en edad (maldito o bendito segundo de secundaria, nos ha dejado marcadas a las 3), aaah y para colmo!!!, es vecino de mi mamá, así que no sólo lo ve en la escuela, si no que la nena se quiere quedar en casa de la abuela... adiós tranquilidad!!!
Yo sólo espero que este inicio de noviazgo de mi hija le deje un buen sabor de boca (auch! no me la imagino dándose besos con el chamaco!) jajajaja. Como mujer y habiendo vivido mi primer noviazgo de lo mejor, deseo lo mismo para mi hija, lo único que me duele es ver que mi niña ha comenzado a crecer, hace algunos meses aún decía guacala al mencionarle que se daría besos como la hermana con el novio, hoy comienza a aburrirse, a estar de mal humor, a tener la mirada perdida mientras sonríe, a salir de la casa de la abuela con cualquier pretexto.
Me siento feliz de que mis hijas me tengan la confianza y me comuniquen los cambios que hay en su vida, ellas saben que me preocupan y que simplemente quiero estar al tanto por su bienestar. Doy gracias a Dios por esas dos hermosas niñas que me ha prestado, son lo más parecido que he tenido a una hermana y por esa simple razón siento que las amo mucho más.
Me siento feliz de que mis hijas me tengan la confianza y me comuniquen los cambios que hay en su vida, ellas saben que me preocupan y que simplemente quiero estar al tanto por su bienestar. Doy gracias a Dios por esas dos hermosas niñas que me ha prestado, son lo más parecido que he tenido a una hermana y por esa simple razón siento que las amo mucho más.
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