lunes, 22 de octubre de 2012

Los dolores ajenos duelen más...

Cómo sanar una herida que duele y no es tuya?
Es el sufrimiento más común que sufrimos los padres. Ver sufrir a nuestros hijos es algo al cual no estamos preparadados, queremos que la vida de nuestros retoños sea felicidad, sonrisas, gozo. Cuando pequeños caían y las pomadas, besos y dulces secaban las lágrimas. Ahora sus dolores son del alma y no tenemos remedios para ello, los consejos, los apapachos, las distracciones no surten efecto. Cómo decirle a una adolescente de 13 años que el dolor va a pasar? Que todos aquellos cambios en la vida sirven para que en el futuro, aunque duelan, van a pasar y seguiremos adelante.
Cómo aguantar a que superen su tristeza y dolor? Cómo ayudar a sanar un dolor cuando uno mismo sufre por ellos?


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