Qué triste aquel día en que mis sueños dejaron de ser míos para convertirse en los de alguien mas. Quizás terminé creyendo que eran mis mismos sueños, y los míos quedaron guardados en ese cajón repleto de cosas sin usar. Un día, alguien me mostró su sueño y recordé que yo alguna vez tuve uno de esos, me puse a buscarlo y tuve esa sensación de no encontrarlo nunca mas. Pero ahí estaba, boca abajo, arrugado, hasta con manchas debido al olvido, esperando, o quizás con la esperanza perdida. Lo tomé entre mis manos, lo besé y me prometí no volverlo a guardar. Ahora vivo mis sueños y poco a poco van naciendo mas. Soy el reflejo de mi esfuerzo por cumplirlos, pero soy la alegría de no haberlos olvidado nunca. No volveré a ser objeto del sueño de alguien mas. Soy mi propio sueño, mi única realidad.
jueves, 1 de agosto de 2013
Soy mi propio sueño
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario