Lo que no te sirve hoy, dudo mucho que te sirva mañana.
Tal cual, esta semana me despegué de algo que sin llegar a ser un vicio, me estaba haciendo daño. Las redes sociales tienen cierto encanto que te envuelven a tal grado que tu ego comienza a gobernar, dejas esa parte importante que es tu ser interno, tu autenticidad y comienzas a convertirte en alguien que no eres.
Varias veces he dicho que hay que cortar por lo sano algo cuando ya no te deja algo positivo, dejarlo ir cuando te está afectando, cuando tus pensamientos y tu ser no pueden estar en paz sin estar al pendiente de algo o alguien. Duele, claro! me he pegado donde más duele!, pero fui yo, eso duele menos. Al menos sé que esto que siento me lo merecía, porque ¿de qué otra manera puedo aprender si no de mis errores?
Hoy a una semana de cerrar mis ojos a una falsa realidad, me doy cuenta que sigo siendo "yo" pero con un aprendizaje nuevo.
Todo lo que te sucede en la vida, bueno y malo, siempre te va a dejar una buena experiencia, y eso es lo que ahora he entendido y agradezco. La escuela de la vida es así, tus mejores maestros son aquellas cosas que más daño te hacen, las que más trabajo te cuesta dejar ir, las que amaste con todas tus fuerzas y ya no las tienes, las que nunca pensaste que podrías perder.
Hoy, con la vida rescatada, puedo decir que sigo adelante, mi mente y alma buscan la paz una vez mas, los que realmente necesitan de mi vida, tiempo, amor, y consejos, son aquellos que puedo tocar, acariciar, besar, ayudar y compartir. Las amistades más valiosas continúan y seguirán, sobre todo quienes te dejan algo positivo como una palabra, su música o simplemente una gran sonrisa.
No hay comentarios:
Publicar un comentario